Arte sin galerías

Texto y Foto: Beatriz Menció

Si has caminado por La Rampa habanera creo que lo has hecho en algún momento llama la atención las losas de granito decoradas que adornan sus aceras. Más de ocho tipos de grabados aparecen en la calle 23, desde J hasta Malecón, sin identificación de los autores de la perdurable obra, ni cuándo se realizó.

Gracias a un artículo leído en una revista pude conocer de la transitada calle capitalina, de los creadores de este arte fuera de las galerías, abierto a toda hora, a los pies de quienes deseen admirar su belleza y colorido.

La Rampa carecía de atractivos y edificaciones. En la década de los 50 comienza a sufrir los primeros cambios constructivos. Edificios altos y comercios aparecen en el citado lugar, de ahí la importancia que toma y su popularidad.

En 1963, a propósito de celebrarse en La Habana un Congreso Internacional de Arquitectos, remozan esta arteria, colocándose losas de granito decoradas por los artistas de la plástica más importantes de Cuba en esa época como fueron: Amelia Peláez, una de las más grandes pintoras cubanas del pasado siglo; Wifredo Lam, original exponente del surrealismo en Latinoamérica, y René Portocarrero, figura destacada de las artes plásticas de Cuba.

Gracias a la técnica utilizada estas cerámicas permanecen intactas, brindando su belleza a todo el que transite por La Rampa Habanera aunque no todos vean a sus pies este arte sin galerías.